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No cabe duda de que, vivas donde vivas, es inevitable el contacto y cierta convivencia diaria con tus vecinos, sobre todo si vives en una unidad residencial. Independientemente de si te llevas bien con ellos, hay algunas acciones concretas para propiciar un ambiente saludable y agradable para todos en las inmediaciones de sus hogares. A continuación, te damos 7 recomendaciones para llevarte bien con ellos:

1) Sé amable y saluda a los demás. Cada vez que salgas de casa o regreses, saluda a los vecinos que encuentres afuera. Evita ignorar o desviar la mirada. No es necesaria una gran plática (más aún si no eres demasiado conversador), pero una sonrisa amable o un apretón de manos se agradece y fomenta la cordialidad entre todos.
2) Haz reuniones tranquilas. Si planeas llevar invitados a tu casa procura que la reunión no se salga de control, y sobre todo, que no se invadan las propiedades ajenas. Hacer una fiesta en casa es increíble y sin duda una gran experiencia, siempre y cuando exista el respeto hacia los demás. Evita extender tus reuniones hasta altas horas de la madrugada.
3) Saca tu basura. No dejes que tu basura se acumule en las canecas comunales, ni mucho menos en los pasillos, patios o áreas comunes. No hay nada más molesto ni que genere más fricción que tener que lidiar con la basura del otro.
4) Cierra las puertas con cuidado. sé cuidadoso al abrir o cerrar las puertas. La seguridad es un asunto de todos, y dejar una puerta sin llave podría ocasionar un problema fuerte de inseguridad o delincuencia. ¡Evítalo!
5) Si tienes mascotas, sé responsable. Es una simple cuestión de sentido común. Si tienes un perro que sale a pasear por los alrededores, vigila que no ensucie los patios vecinos y si lo hace, límpialo. También hay que considerar el ruido que pueda hacer en las noches, o si su carácter es agresivo con los extraños. Muchos problemas se evitan cuando eres responsable con los cuidados de tu mascota en un ambiente vecinal.
6) No invadas otros estacionamientos. A menudo llega a suceder que sin querer se invaden celdas de estacionamiento o entradas con los automóviles propios o con los de las visitas. ¡Revisa que no te pase! Así evitarás que vayan a tocar a tu casa para pedirte que los muevas de lugar, y la incomodidad que va de por medio en estos reclamos.
7) Si estropeas algo, arréglalo. Nadie está exento de los accidentes, suceden todo el tiempo y es normal, pero si ya notaste que sin querer rayaste una pared ajena al meter algún mueble nuevo o si derramaste refresco en el tapete de bienvenida de la casa de al lado, evita que te lo pidan y soluciona el desperfecto tú mismo.